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viernes, 10 de mayo de 2024

Odres nuevos

 ODRES NUEVOS.


INTRODUCCIÓN. Este tema es de relevancia entre el pueblo cristiano, pero hay muchos cristianos que pareciera que no quisieran ser un odre nuevo, bien no es fácil decir que somos odres  nuevos, nos lleva a meditar dentro de nosotros mismos, ¿Seré el odre que Dios y su Espíritu necesitan?. 

Dios quiere que nos convirtamos en odres nuevos, para el vaciar lo que tiene reservado para nosotros, pero sino estamos listos y resistentes no podremos resistir lo que Dios está dispuesto a darnos. 

Todo hombre y mujer necesita ser cambiado y renovado por el Señor para llegar a ser un odre nuevo. 

CONTENIDO DEL TEMA:

I. ODRE. 

Era un recipiente para líquidos, que se lograba curtiendo pieles de animales, generalmente ovejas o cabras. Se hacían también de piel de buey o de camello. El método más corriente era extraer la carne y los huesos del animal, dejando intacta la piel. Los había para guardar agua Génesis.21:14. También fueron usados para guardar leche y aceite. Luego cambiaron de material y se hacían de barro. 

Aplicando en el mundo espiritual el uso del odre y para lo que servía, podemos decir que el líquido es lo que hoy el Espíritu y Dios quieren vaciar en el creyente.

Antes de que el Señor vierta en nosotros de su Espíritu debemos formarnos, hay mucho que moldear en nosotros en lo más interno de nuestro corazón. Para ser odres nuevos se trata de soltar, cambiar, moldear, ser un nuevo ser en Cristo Jesús. Nuestro carácter es una de las principales cosas que impide que el Espíritu se derrame en nosotros, el ego, el yo entronado, la jactancia, la mentira, el celo, la ambivalencia, la ambición, el protagonismo, son tantas cosas en cada persona que ha creído en Cristo y que empezando una nueva vida en Cristo debe dejar, debe soltar todo aquello que se traía del mundo para poder ser un verdadero odre resistente y que retiene lo que Dios le da. 

II. VINO NUEVO.

El vino nuevo es lo nuevo del Espíritu y del Señor en nosotros, es todo lo que ellos quieren bertir en nuestras vidas, pero para que podamos resistir el vino nuevo  debemos pasar por el proceso de formarnos como odres nuevos. 

Lucas.5:37-38 "Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan".

Hay dones que el Señor quiere darle a conocer al cristiano, pero cuando el observa se detiene y dice todavía no es tiempo, es porque esa persona no está preparada para saber lo que Dios quiere hacer con su vida,  hay ministerios que el Señor quiere darle a conocer y que antes de formar la persona en el vientre de su madre ya el había determinado que fuese un ministro, pero cuando la persona nace empieza un proceso en su vida y para llegar a ser odre nuevo necesita capacitarse por Dios, necesita dejar moldearse por el Espíritu, este proceso es el que muchos no aprueban y se quedan como odres viejos, porque sencillamente no se dejan cambiar, no aceptan lo nuevo de Dios en sus vidas. No podemos decir que somos odre nuevo cuando sucede algo a nuestro alrededor y reaccionamos de manera equivocada, cuando nos alteramos por cualquier cosa, cuando respondemos mal, no somos odre nuevo cuando vemos comportamientos en otros que son desagradable y corremos a tratar de corregirles como si fuesemos el mismo Dios. No se puede decir que somos odre nuevo cuando guardamos en nuestro corazón rencor contra alguien. 

III. NO DEJES QUE EL VINO SE DERRAME.

Mateo.9:17 "Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente". 

Para que seas funcional en tu asignación de parte de Dios debes permitir al Espíritu Santo obrar en ti, solo el hace que cambiemos, solo el Espíritu Santo nos hace funcionales en el ministerio que hemos recibido del Señor Jesucristo. Es lamentable ver personas ejerciendo uno o más ministerios pero no han llegado a ser odres nuevos, y el peligro que corren es romperse y que se derrame el vino que tienen. Hoy en día hay muchos hombres y mujeres perdiendo la unción que recibieron; ya no operan en el Espíritu como lo hacian, ya no reciben dirección de Dios, han perdido sus sentidos espirituales, ya no saben cuando habla Dios y cuando habla satanás, no pueden distinguir entre lo santo y lo profano, muchos predican y sus mensajes no van sazonados con el Espíritu de Dios, porque se aferraron a sus propias conscupiscencia y se alejaron de la santidad, pervirtieron su corazón y rechazaron el obrar del Espíritu Santo y la voluntad del Eterno y poderoso Dios. 

Recuerda que solo el vino nuevo puede estar en odres nuevos: Marcos.2:22 "Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar". 

La Escritura en este pasaje dice: Romanos.12:2 "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". 

Siempre para que se logre una renovación en el entendimiento se necesita como herramienta la palabra, ella nos lleva a la completa transformación que necesitamos. Hoy en día es muy común ver cristianos no transformados, siguen siendo los odres viejos; estas personas no aceptan nunca lo nuevo, e incluso les causa molestia, por eso no reciben lo nuevo que quiere traerles el Espíritu Santo, no aceptan el vino nuevo. Los odres viejos se convierten en personas religiosas, dogmáticas porque sus estructuras son viejas. Los odres viejos están vencidos y cualquier cosa los hace romper, son personas frágiles. 

Dios tiene mucho vino para su pueblo. 

CONCLUSION. No te rompas como odre por cualquier cosa que pase a tu alrededor o en tu vida, no derrames el vino que Dios depósito en ti, no seas frágil, se fuerte, llenate más y más del Señor, conserva lo que Jesucristo te entregó, guarda y cumple con tu llamado. 

La renovación en nuestro interior es por medio de su palabra, ella cambia nuestra manera de pensar, vivir y actuar. 

Dios necesita odres nuevos..!

Bendecidos..! 

Vino nuevo, derrama de tu vino (alabanza)